En la era del algoritmo y de la atención corta, no basta con hacer lo “mínimo viable” (MVP).
Tienes que entregar lo mínimo épico — algo pequeño, pero tan bien hecho que ya sea memorable.
💡 ¿Por qué importa esto?
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Lo digital es un mar de ruido. Si entras con algo “ok”, te vuelves invisible.
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Un mínimo épico crea impacto rápido y te da munición para vender, captar o escalar.
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El público comparte experiencias impactantes, no solo “funcionales”.
⚙️ Cómo aplicar:
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Elige un dolor o deseo de tu público que puedas resolver ahora.
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Entrega la solución de forma creativa y visualmente irresistible.
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Deja una marca: frase, estética o mecánica que lo haga único.
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Lanza rápido y usa el feedback como combustible para evolucionar.
📌 Ejemplo práctico:
En vez de lanzar un curso entero, crea un microcurso de 3 clases que ya cambie algo real en la vida del alumno — y preséntalo con una identidad visual que grite “compártelo”.